23 Ago Diplomacia cultural la nueva línea a potenciar en la Academia Diplomática “Andrés Bello”
- La importancia de conocer el arte de nuestro país y la cultura en general, es lo que busca potenciar este ciclo de charlas en la ACADE.
Diplomacia y cultura se vinculan y complementan entre sí. La cultura- en un sentido amplio-viene a constituir-para estos efectos- un instrumento para cumplir objetivos de política exterior, no sólo para posicionar una imagen positiva del país en el exterior, sino también para mostrar la riqueza y variedad de las diversas manifestaciones culturales de Chile en el exterior.
Lo anterior, debe ser una tarea continua y sistemática del servicio exterior a lo largo de toda la carrera diplomática y cualquiera sea la posición que los funcionarios ostenten en una embajada o consulado. Estos deben ser personas medianamente cultas, interesados no sólo en difundir la cultura propia, sino también en conocer la del país en la que están destinados, lo que constituye un nexo de unión y de amistad recíproca, así como también puede generar acciones conjuntas, en beneficio de los lazos bilaterales.
Por tal razón es que la Academia diplomática “Andrés Bello”, impulso un ciclo de charlas en el marco de la diplomacia cultural. La primera charla estuvo a cargo del periodista, columna y experto en arte contemporáneo Luis Felipe Forteza, quien se reunió con los alumnos de 1 año de la ACADE a quienes instruyo acerca de la historia y temas relacionados al arte. Además, les mostró diversas obras de artistas nacionales y extranjeros que hoy han dado un gran paso en esta rama de la cultura.
“Cuando uno representa a su país significa que lo hace en el término más amplio de la palabra. El arte es una herramienta para vincularse. El arte es el reflejo de lo que pasa en nuestra sociedad, es la síntesis de lo que pasa en un país”, señaló Luis Felipe Forteza. Forteza agregó además que “en el arte contemporáneo todo tiene cabida. Todos tienen derecho a mostrar lo que quieren dentro de lo tolerable. El arte contemporáneo es un gusto adquirido”.
Es fundamental que el diplomático/a, sean personas constantemente abiertas al conocimiento y a la cultura universal, así como también a la propia, y ser capaces de promover en sus funciones no solamente un diálogo entre culturas, sino también, estimular acciones de cooperación cultural en sus funciones diplomáticas, en el entendido que este es un proceso sistemático y continuo.
