08 Ago Con la conferencia titulada “Crisis 2020: escenarios futuros” se inaugura proyecto de las Academias Diplomáticas de Chile y Ecuador
- Formación virtual, mirada global a la situación que vive el mundo producto de la pandemia fueron algunos de los aspectos abordados por los representantes de ambos países.
- En septiembre se realizará una nueva sesión dedicada a los océanos y biodiversidad.
En modalidad online, se efectuó el primer seminario del proyecto conjunto que las Academias Diplomáticas de Chile y del Ecuador desarrollan en el marco del Convenio de Cooperación y del Plan de Trabajo conjunto 2019-2021, aprobado en el V Consejo Ministerial Binacional de Santiago de Chile (2019).
Este encuentro convocó a más de 160 personas entre funcionarios de la Cancillería ecuatoriana y chilena.
El Embajador Miguel Ángel González centró su presentación en dos áreas: primero, los efectos multidimensionales que plantea la actual situación sanitaria, cómo ella ha evidenciado vulnerabilidades acumuladas en nuestras sociedades, además del valor de la evidencia científica y del conocimiento para enfrentar esta urgencia. Observó que la preparación de las sociedades no fue la suficiente, además de abordar los procesos internos y los efectos regionales e internacionales.
Asimismo, analizó cómo diversas realidades y cambios culturales deben ser abordadas en la formación de los futuros diplomáticos.
El Director de la ACADE inició su reflexión abordando la “Ciencia y la tecnología” como aspecto fundamental para explicar las relaciones virtuales y la comunicación actual. Nuevas definiciones como el “Internet de las cosas (IoT)” y la “Inteligencia artificial” serán claves para abordar los efectos sobre la “Economía”, el segundo aspecto de su análisis.
La crisis ejercerá una presión sobre el mercado del empleo, la economía circular y la responsabilidad de los individuos frente a la sostenibilidad. Por otra parte, se refirió a patrones actuales en distintos niveles de la enseñanza y cómo los actores deben asumir las nuevas forma de transmitir aprendizajes desde la virtualidad. Se plantearon los desafíos de la inclusión, la conectividad en una geografía como la chilena y la necesidad de superar las brechas.
Un aspecto abordado fue la desafección a las instituciones y al compromiso con la democracia. Resaltó una preocupación creciente por la necesidad de que las políticas públicas respondan a las crecientes demandas ciudadanas, advirtiendo sobre los riesgos de populismo y los autoritarismos. Por último, se refirió a las complejas condiciones que posibilitarían un reordenamiento del orden global, donde países de renta media deben promover espacios multilaterales inclusivos, operativos y legítimos.
Por su parte, el Embajador Alejandro Suárez, Director de la Academia ecuatoriana, comentó la importancia de fortalecer el entrenamiento y habilidades diplomáticas a partir de valores éticos, con contenidos y prácticas para una diplomacia con capacidad de actuar en escenarios crecientemente complejos.
La actividad contó con la presencia del Embajador de Chile en Ecuador, Eduardo Tapia, y del Embajador de Ecuador en Chile, Homero Arellano. Ambos representantes coincidieron en que esta actividad reflejaba el alto nivel de las relaciones chileno-ecuatorianas y la implementación del Memorándum de Entendimiento, suscrito en 2019.
Preparación de los futuros diplomáticos
El Embajador González comentó la manera en la cual la Academia Diplomática transita desde lo presencial a lo virtual. Ese modelo de “Teleformación”, que la ACADE se encuentra implementando, busca generar habilidades en los diplomáticos que hoy se forman para enfrentar los desafíos del futuro.
En ese sentido, el Director de la ACADE señaló que en 2021 se continuará perfeccionando esa forma de aprendizaje y entrenamiento diplomático, con una malla curricular virtual que incluya la formación cultural, valórica y la Diplomacia 3.0.
De esta manera, Chile y Ecuador se encuentran cooperando para promover un entrenamiento diplomático que comprenda las realidades y desafíos de la sociedad del conocimiento, asumiendo con habilidades blandas y profesionalismo los elementos de continuidad y de cambio que exige el oficio diplomático.