18 Ene #RevistaDiplomacia El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación: Articulación frente al desafío de la pandemia
Andrés Couve Correa
Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación
El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación fue un anhelo de la comunidad científica por muchos años. Uno que finalmente se concretó en octubre de 2019 con su entrada en funcionamiento. Rápidamente, debimos poner en marcha la institucionalidad, al mismo tiempo que nos insertamos en las discusiones nacionales e internacionales del momento. Nuestra agenda vino de la mano de dos enormes esfuerzos a escala internacional: la acción climática, a través de nuestra participación en la COP25, presidida por Chile; y la reacción global contra el COVID-19.
Nos ha tocado ser observadores y protagonistas de un fenómeno paradójico: la mayoría de los países debieron cerrar sus fronteras para frenar la expansión del contagio, al mismo tiempo que abrieron todos sus canales de diálogo a nivel internacional para enfrentar necesidades urgentes e ineludibles. Se hizo evidente la necesidad imperiosa de asegurar la transparencia de la información que los países comparten entre sí y a sus ciudadanos; de mantener las cadenas globales de suministro de todo tipo de bienes, y particularmente de insumos médicos; se demostró que el sistema de colaboración a través de instituciones internacionales debe ser fortalecido y no debilitado, de modo de activar una respuesta eficiente, coordinada y oportuna; y, finalmente, que un espíritu solidario y asociativo es la herramienta más poderosa para sobrellevar desafíos planetarios.
Desde nuestro Ministerio, observamos que la comunidad científica nacional e internacional tiende naturalmente a articularse muy temprano para buscar soluciones. La curiosidad científica es una derivación del intelecto, es parte de la experiencia humana, y como tal no conoce nacionalidades ni fronteras. Nuestra comunidad de investigación ha estado a la altura del desafío, participando decididamente en la activación de las redes internacionales en todos los ámbitos que involucra la emergencia: la comprensión científica del virus, sus impactos sanitarios, económicos y sociales, los métodos de diagnóstico, las terapias y tratamientos, el desarrollo eventual de una vacuna, y el manejo de datos a escala y periodicidad sin precedentes.
Hoy más que nunca es importante expandir y relevar la cooperación y colaboración internacional en materia científica, de modo de, en la misma línea que en el trabajo contra el COVID, aportar insumos, propuestas y soluciones a los inmensos desafíos de nuestro tiempo: inteligencia artificial, robótica, automatización, cambio climático, desarrollo sostenible, conservación de nuestros océanos, entre muchos otros. Para ello el trabajo conjunto entre el Ministerio de Ciencia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, embajadas y oficinas comerciales es una capacidad instalada que nos ofrece una nueva llave para vincular el conocimiento al desarrollo sostenible e integral del país.
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