Un trabajo colaborativo de larga data es el que ha llevado a cabo la Academia Diplomática con el Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, y en ese marco, es que se organizó el webinar titulado “Diplomacia y Academia: innovando en la conversación”, que revisó el vínculo del trabajo diplomático y académico en las relaciones internacionales y buscó reflexionar de manera conjunta en torno a las oportunidades y desafíos que conlleva. 

En las palabras de apertura, el Director de la Academia Diplomática, embajador Miguel Ángel González, expresó que esta actividad es una oportunidad de conversar sobre la importancia de que los diplomáticos cuenten con las herramientas teóricas que brinda la Academia y que les posibilita desenvolverse en sus tareas habituales. 

“El escenario actual nos exige una acción exterior mucho más visible y que considere la participación de nuevos actores, organizaciones y tecnologías de vanguardia. Como contrapartida, esto ha complejizado la labor diplomática porque exige un alto nivel de preparación y conocimiento de quienes actúan en este escenario global”, afirmó el embajador González.

Visiones de expertos

La profesora del IEI y actual jueza del Tribunal Internacional del Derecho del Mar, María Teresa Infante, fue la encargada de dar inicio a la charla, refiriéndose a cómo la Academia se infiltra en el escenario diplomático, reflejado en la articulación de posiciones y proyectos internacionales, y en los órganos de aplicación de los tratados. 

“La diplomacia genera eventos e información que la academia puede utilizar, incluso en negociaciones de tipo económico o de otro orden. Se genera un material que recoge el mundo de la diplomacia, que puede complementar o brindar la posibilidad de reflexionar. Diplomacia es acción, basada en análisis, y la academia es formación. Una no sustituye a la otra”, expresó. 

El Subdirector de la ACADE, Consejero Sergio Toro comenzó su exposición entregando aspectos históricos del ejercicio de la diplomacia, desde la creación del primer Ministerio de Relaciones Exteriores en 1626, en Francia, y cómo ello determinó su influencia en Europa y en el mundo.

Asimismo, con su experiencia de más de 27 años de carrera diplomática señaló que “la secuencia de conocimientos, confianza mutua y cooperación es muy importante en las relaciones internacionales, porque cuando se habla de diplomacia nos referimos a un instrumento de la política exterior que define la forma o modalidad en que un país se comportar en sus relaciones con otros Estados, es decir, en sus relaciones internacionales”. 

Aclarados algunos conceptos, el Subdirector de la ACADE defendió la función diplomática ejecutada por los diplomáticos y diplomáticas de carrera, uno de cuyos logros ha sido el elevar el perfil y valoración de Chile en el escenario internacional, excediendo su peso específico.  Observó que en la relación entre Diplomacia profesional y Academia no puede haber tit-for-tat, sino sólo cooperación.

Por su parte, el académico del IEI, Gilberto Aranda destacó el punto de encuentro entre la diplomacia y el mundo académico y cómo esta perspectiva aporta nuevas miradas y diversos aspectos de la multidimensionalidad del área internacional.   

La organización del evento convocó también a la alumna Javiera Anabalón de primer año de la ACADE, y el alumno Jorge Díaz, de segundo año de la ACADE, quienes coincidieron en el importante vínculo de cooperación que existe entre la Diplomacia y la Academia. Ofrecieron como ejemplo, el trabajo mancomunado que llevan a cabo, diplomáticos y científicos, en el marco de las cumbres climáticas. 

El académico y ex Secretario General de Política Exterior de la Cancillería, Carlos Portales, se refirió a la distinción entre diplomacia, “en tanto un instrumento del diálogo y una institución del sistema de los Estados; y la política exterior, definida como la sustancia, el propósito y las actitudes de las relaciones de un Estado con otro”.  

En virtud de lo señalado en las presentaciones, se considera a la Diplomacia y la Academia como complementarias: el funcionario diplomático va a beneficiarse del conocimiento teórico y, a la inversa, la Academia puede beneficiarse del aspecto práctico que aportan los diplomáticos. Ambas pueden integrarse para mejorar y desarrollar en conjunto conceptos y doctrinas, reforzando la política externa y asegurando su consistencia con los valores y principios del Estado. Se trata de una relación constante, permanente y en beneficio mutuo.

La política exterior de Chile se ha manifestado mediante un Servicio Exterior profesional. La ACADE busca entregar la formación más idónea a quienes ejercerán la función diplomática y, en el cumplimiento de ese objetivo, es vital el trabajo colaborativo que se ha establecido con destacados académicos de ámbitos como el Derecho Internacional, las Relaciones Internacionales, la Administración Pública y la Economía Internacional.